Qué amas más, a tus miedos o a tu hijo?

Hace muchos años atrás, cuando mi hijo era chiquito y con un estado de salud muy delicado, mis miedos se dispararon al punto que ni siquiera le podía hacer tratamiento de energía y eso para mí era realmente muy grave. Entonces decidí tomarme el tiempo para aquietarme y me puse a meditar. En un momento me surgió esta frase: “Qué amas más, a tus miedos o a tu hijo”? Obvio, a mi hijo y ahí comprendí que entregaba toda mi energía a mis miedos, que crecían y crecían en lugar de focalizar mi energía para estar y resolver. Esta frase después me la repetí miles de veces también en otras oportunidades, según la circunstancia adecuando la frase…amas más a tus miedos o a lo que te apasiona…amas más a tus miedos o a tu libertad….amas más a tus miedos o a tu proyecto…